viernes, 23 de noviembre de 2012
sábado, 17 de noviembre de 2012
Comentario al libro de Eclesiastés Parte II de VI
Continuando con nuestro comentario al libro de Eclesiastés presentamos los versículos más sobresalientes de los capítulos 3 y 4:
El capítulo 3 comienza con una sentencia importantísima "Todo tiene su tiempo" (3:1). Esta es una poderosa verdad que nos confronta, ya que muchas veces nos excusamos delante de Dios diciendo la siguiente frase: "No tengo tiempo". Pero sólo Dios conoce nuestras preferencias y lo que hacemos con el tiempo que Él nos da. Más adelante nos encontramos con los siguientes versículos:
"Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón
de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde
el principio hasta el fin. Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer
bien en su vida; y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien
de toda su labor. He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no
se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él
teman los hombres." (3:11-14)
Estos textos ponen de relieve el valor del trabajo pues la Biblia dice: "Y que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar con vuestras manos de la manera que os hemos mandado" (1 Tes 4:11) Aunque también nos dice: "...Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor" (Fil 2:12), dejando claro cuáles deben ser nuestras ocupaciones: la salvación y el trabajo. Ambas con todo lo que implican: hacer la obra de Dios a la vez que trabajamos por nuestro sustento. Lo cual confirma el sabio diciendo:
"Así, pues, he visto que no hay cosa mejor para el hombre que alegrarse
en su trabajo, porque esta es su parte; porque ¿quién lo llevará para que vea
lo que ha de ser después de él?" (3:22)
En el capítulo 4 hay unas verdaderas joyas de la Palabra de Dios dignas de la sabiduría que Dios le dio al rey Salomón (cf. 1 Reyes 3:3-15). Veamos:
"El
necio cruza sus manos y come su misma carne. Más vale
un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de
espíritu. Mejores
son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si
cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando
cayere, no habrá segundo que lo levante. También
si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno
solo? Y si
alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no
se rompe pronto. Mejor es
el muchacho pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejos; porque de
la cárcel salió para reinar, aunque en su reino nació pobre." (4:5-14)
Estos versículos exaltan el valor de la fraternidad al afirmar "mejores son dos que uno" y de la sabiduría al declarar que ésta no reside necesariamente en los años de edad.
Le invitamos a seguir la Parte III de este estudio sobre este hermoso libro de la Biblia.
miércoles, 14 de noviembre de 2012
Comentario al libro de Eclesiastés: Parte I de VI
He escuchado muchas veces que el libro bíblico de Eclesiastés no es inspirado por Dios. Pero al leerlo puedo ver al Espíritu Santo inspirando las palabras del Predicador Salomón. En virtud de estos argumentos, me gustaría exponer los puntos más sobresalientes de este libro y las razones para ser incluido en la Palabra de Dios. Para ello haremos un repaso por el libro.
Comienza declarando el Predicador una sentencia profunda: "Todo es vanidad" (1:2). Con vanidad el rey se refiere a algo que es fatuo y fútil. Con esta expresión el autor hace referencia a lo que aprendió producto de su propia experiencia. Continúa diciendo: "...Y
nada hay nuevo debajo del sol"(1:9). Luego de haber disfrutado de todos los placeres posibles, el sabio pudo llegar a esta conclusión. Por lo cual prosigue: "Y di mi corazón a inquirir y a buscar con sabiduría sobre todo lo que se
hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres,
para que se ocupen en él. Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello
es vanidad y aflicción de espíritu." (1:13,14). El capítulo uno nos deja una lección importante: Ninguna cosa que hagamos en esta Tierra nos puede hacer felices por sí mismas. Por ejemplo, nada ni nadie nos puede asegurar que con todas las riquezas materiales de este mundo vamos a ser felices; sólo a través del conocimiento de Dios y Su Hijo Jesucristo podremos alcanzar la felicidad. Recíbele ahora mismo en tu corazón confesando tus pecados delante de Él: "Padre celestial, reconozco que te he fallado y que he puesto la mirada en las cosas de este mundo antes que en Ti. Confieso que he pecado y te pido perdón. Ayúdame a no pecar más contra ti. Te pido que anotes mi nombre en el libro de la Vida y que lo borres del libro de la Muerte. En el nombre de Tu Hijo Jesús. Amén."
El capítulo dos es sorprendente. El Predicador continúa disertando sobre sus vivencias y de la lección que recibió de ellas. Veamos:
"Dije
yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes." Para darse luego cuenta que también ello era "vanidad y aflicción de espíritu" (2:1). Detalla todo lo que hizo para engrandecerse y "disfrutar" de la vida, él escritor narra:
"Me amontoné también plata y oro, y
tesoros preciados de reyes y de provincias; me hice de cantores y cantoras, de
los deleites de los hijos de los hombres, y de toda clase de instrumentos de
música. Y fui
engrandecido y aumentado más que todos los que fueron antes de mí en Jerusalén;
a más de esto, conservé conmigo mi sabiduría. No negué a mis
ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque
mi corazón gozó de todo mi trabajo; (...) Miré
yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para
hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo
del sol." (2:8-11)
Luego da dos máximas sublimes: "Y he visto que la sabiduría sobrepasa a la necedad, como la
luz a las tinieblas. El
sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el necio anda en tinieblas" (2:13,14).
Termina afirmando en el capítulo dos: "No hay cosa mejor para el hombre sino
que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que
esto es de la mano de Dios. Porque ¿quién
comerá, y quién se cuidará, mejor que yo? Porque
al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador
da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También
esto es vanidad y aflicción de espíritu." Vaya conclusión: Debemos reconocer que las bendiciones materiales también vienen de la mano de Dios y que debemos administrarlas sabiamente como buenos mayordomos.
No te pierdas la continuación de este Comentario a este maravilloso libro de la Palabra de Dios...
TESOROS DE LA PALABRA
"Vestíos de toda la armadura de Dios,
para que podáis estar firmes contra
las asechanzas del diablo."
Efesios 6:11-16
viernes, 9 de noviembre de 2012
HOY, MAZEL TOV 2, EL CONCIERTO
¡ Llegó el día! No te puedes perder este maravilloso tiempo de celebración y alabanza, dónde exaltaremos el nombre de CRISTO. Asiste con toda tu familia y amigos, la entrada es completamente libre. Te esperamos en la Carrera 47 No. 79-129, a las 7:00 P.M.
jueves, 8 de noviembre de 2012
MAÑANA, CONCIERTO MAZEL TOV 2
lunes, 5 de noviembre de 2012
jueves, 1 de noviembre de 2012
TESOROS DE LA PALABRA
"Porque: Toda carne es como hierba,
Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;
Mas la palabra del Señor permanece para siempre.
Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada."
1 Pedro 1:24-25