domingo, 9 de junio de 2013

LA SABIDURIA DE LOS PROVERBIOS

¿CUANTO NECESITAS PARA VIVIR?
Escuché algo impresionante. El dato que en un medio de comunicación daban acerca de las personas que alguna vez han ganado la lotería. Mi sorpresa fue escuchar que algunos de estos "afortunados" ganadores realmente no lo fueron tanto. Algunos de ellos luego de un tiempo se quitaron la vida. La respuesta que surge para tal decisión es que quizás se dieron cuenta que la ilusión de las riquezas materiales se desvaneció al darse cuenta que en dichas riquezas no estaba la total felicidad.

Meditando en lo anterior, podemos preguntarnos: ¿Cuánto necesitamos para vivir?

Está es una buena pregunta que ignoro si alguna vez te las hecho. Y creo que la mayoría responderá que se necesitan muchas cosas para vivir y estar satisfecho. Debido a esto millones se encaminan en una carrera desenfrenada por adquirir bienes y riquezas pues creen que si tienen mucho podrán disfrutar mucho. Algunos sacrifican cosas como la familia, el prestigio y aun la salud en su intención de tener mucha abundancia. Todo esto para hallar que al final de su vida, teniendo todas las cosas, están igual de vacíos que cuando comenzaron su búsqueda.

Pero, ¿Qué nos dice la Palabra? Existe alguna forma de medir la cantidad de cosas que necesitamos para una existencia plena. La respuesta como siempre es: Sí.

"Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí;
No me des pobreza ni riquezas;
Manténme del pan necesario;
No sea que me sacie, y te niegue, y diga: 
¿Quién es Jehová?
O que siendo pobre, hurte,
Y blasfeme el nombre de mi Dios."
Proverbios 30:8-9

El punto de partida que necesitamos para responder el interrogante de lo que necesitamos se encuentra únicamente en Dios. El Señor mismo tiene que ser nuestro sustentador y la razón de existir. Ya que teniendo mucho o poco, si no tenemos a Dios no estaremos felices. El escritor de este Proverbio reconoció esto. Pidiendo primero a Jehová que le hiciera una persona de integridad también le pidió que le diera lo que necesitaba. 

Reflexiona esto: "Muchos tienen lo que desean pero les falta lo que necesitan." Si esta frase es cierta, entonces, ¿quién podrá saber lo que realmente necesitamos?. La respuesta nuevamente es Dios, quien nos creó. El quiere lo mejor para nosotros y no nos otorgará algo que nos vuelva orgullosos o que pueda hacer que nos apartemos de Él o encaminarnos hacia el mal. 

Este fue el pensamiento del escritor de este proverbio; no fue un pensamiento conformista, si no que él entendía su propio corazón y el corazón del Señor. Pidió que le diera lo necesario para estar saciado, es decir, satisfecho dentro de la voluntad y los parámetros de Dios. 

¿Quién podrá conocer tus más profundos anhelos y necesidades? Sólo tu Padre Celestial. Él está dispuesto a llenarlos en su justa medida, si tan solo confías en Él.

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