A todos nuestros hermanos y amigos en el Japón y en las regiones del mundo que se han visto afectadas, les enviamos una palabra de fortaleza, aliento y consuelo desde la IGLESIA EL SHADDAI. Aunque para nuestras mentes humanas resulten incomprensibles eventos de tal magnitud como los del terremoto y el posterior tsunami ocurrido ayer en el Japón, debemos recordar que tenemos una esperanza eterna en Cristo Jesús. En medio de las dificultades y catástrofes podemos hallar refugio en Dios, su Palabra y la oración, que son lo único estable y seguro en medio de una creación que será transformada pronto por nuestro Señor. Les regalamos las palabras que se encuentran en el Salmo 46:1-3
Salmos 46
1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;
3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza.
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