EDIFICANDO
CON DIOS
Nosotros los creyentes tenemos un llamado y una responsabilidad de parte de Dios que en muchas ocasiones pasa inadvertida de nuestra parte. El llamado a ser edificadores en el Reino de los Cielos. Esta es una labor determinante y totalmente opuesta al reino de las tinieblas cuyo único propósito es destruir y acabar con la obra de Dios.
En esta importante tarea que tenemos de construir debemos tener en cuenta el aspecto que se convierte en el fundamento de toda construcción: Cristo. Él es la roca firme sobre la cual podemos edificar, seguros de que todo lo que levantemos y construyamos sobre Él va a permanecer de pie; ya sea nuestra vida, nuestra familia, nuestro ministerio, nuestras finanzas o cualquier otra cosa. Si queremos estabilidad en cualquier área, debemos fundamentarla en Jesús y su Palabra.
Si sientes que hasta ahora todo en tu vida ha estado en ruinas y destrucción, comienza de nuevo a edificar, eso sí, poniendo a Jesús como tu fundamento
Meditemos en los siguientes pasajes de la Palabra de Dios:
"Entonces les declaré cómo la mano de mi Dios había sido buena sobre mí, y asimismo las palabras que el rey me había dicho. Y dijeron: Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien."
Nehemías 2:18
"Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena;
y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina."
Mateo 7:24-27
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