CONSTRUYENDO AMISTADES VALIOSAS
Ayer consideramos un poco acerca de lo que una amistad puede lograr en nosotros, es decir, la influencia que tienen aquellas personas que nos rodean, a las cuales consideramos nuestros amigos o amigas.
Es igual de cierto que tener una amigo es tener un tesoro, pues son muchos los que están a nuestro lado pero pocos los que podemos realmente considerar verdaderos amigos. Todo esto porque la amistad requiere un gran esfuerzo, el esfuerzo de cultivar cada día la misma, poner empeño en estar dispuestos a perdonar las ofensas, dejar a un lado nuestros propios intereses cuando buscamos el mayor bien para nuestro amigo, así como el hecho de invertir tiempo en consolidar una fructífera amistad.
Precisamente el Señor Jesús nos dio un gran ejemplo de ello. Él sacrificó su tiempo en la tierra, estuvo dispuesto a perdonar los defectos y faltas, al mismo tiempo de renunciar a todo lo que poseía con tal de venir a la tierra para acercarnos a Dios. Es más, sacrificó su propia vida con el fin de hacernos sus amigos.
Una amistad valiosa requiere esfuerzo y dicho esfuerzo tendrá su recompensa.
"El que cubre la falta busca amistad; Mas el que la divulga, aparta al amigo."
Proverbios 17:9
"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo."
Efesios 4:32
"que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación."
2 Corintios 5:19
"Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios."
Santiago 2:23
"El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano."
Proverbios 18:24
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