Cada día la tecnología y el avance de la ciencia nos sorprende. Aunque con el pasar del tiempo nos acostumbramos a su uso, no por ello deja de ser algo importante. Hoy existen programas informáticos y aplicaciones para casi cualquier cosa a veces sin darnos cuenta muchas de ellas hacen que nuestra vida sea más fácil.
Personalmente, una de mis aplicaciones favoritas es Google Earth, un software que nos permite visualizar casi todo nuestro mundo, incluyendo los países, ciudades, calles y carreteras de nuestra planeta. De modo que si alguna vez alguien quiere conocer un lugar distante y desconocido a través de esta herramienta puede saber cómo llegar. Esto es posible gracias al uso de imágenes vía satélite que captan desde el espacio cada rincón imaginable de nuestro Planeta.
Tuve una experiencia reciente con este programa. Tenía la necesidad de llegar a un lugar en mi ciudad bastante apartado y de difícil acceso para muchos. Ante mi inquietud de saber el camino para encontrar mi lugar de destino recurrí a este servicio. Simplemente abrí con un doble click el programa y luego de buscar mi ciudad y la dirección del lugar, vi cómo poco a poco iban cargando las imágenes que me mostraban el modo de conducir hacia allá. Luego de tomar apuntes y ponerme en marcha siguiendo las indicaciones, minutos más tarde felizmente me encontré que había llegado sin perderme.
Qué tremenda lección nos da esto acerca de las verdades espirituales del Señor. Mira lo que dice Dios en Proverbios:
"Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas."
Proverbios 3:5-6
El éxito de Google Earth radica en que mira las cosas desde arriba. El éxito nuestro también radicará en buscar la dirección desde arriba. En la vida nos hallamos sin saber qué camino tomar, o en la encrucijada de tener que tomar una decisión correcta. Si recurrimos a otro ser humano, este puede que nos de algún consejo, pero el Único que conoce el tiempo, los lugares, el presente y el futuro es Dios. Cuando ponemos la confianza en Él encontraremos el camino correcto. Nuestros sentidos pueden ser engañosos, pero el Señor no se equivoca, Él ve todo desde arriba y nos muestra, a través de Su Palabra qué es lo mejor para nosotros.
Busca la ayuda de Dios, depende por completo en Él, y tu barco llegará a puerto seguro.
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