Esta mañana recordaba una maravillosa escena que presencié en el firmamento ayer mientras iba por un camino cerca a mi ciudad. Observe un majestuoso arco iris que se levantaba gigantesco de un extremo a otro del cielo; sus hermosos colores contrastaban con el gris intenso que teñía el cielo, aquella imagen maravillosa era impactante, tanto que me pesó no tener una cámara para poder capturarlo, ya que todos los arco iris, aunque hermosos, son temporales.
Esto me puso a pensar en lo que dice la Palabra de Dios:
"Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto perpetuo entre Dios y todo ser viviente, con toda carne que hay sobre la tierra."- Génesis 9:16
Dios me habló mucho a través de este fenómeno en la naturaleza: Me recordó su promesa de salvación y esperanza, además del pacto de no destruir la tierra mediante otro diluvio.
Pero lo que más me impacto fue poder ver este contraste: El cielo gris y la tempestad, sinónimos de juicio; y el arco iris, sinónimo de misericordia.
Esto me hizo reflexionar que en medio del juicio de Dios, destinado para todos aquellos que no han recibido su oferta de perdón, para quienes rechazan a Cristo viviendo en desobediencia a la Palabra todavía hay una esperanza de salvación. Aún existe una señal en los cielos de parte de Dios que nos indica que Él está dispuesto a perdonar y hacer un pacto de paz eterno. Pero esta oferta, al igual que el arco iris, no durará para siempre y debe ser aceptada hoy.
Recuerda: Aprovecha el tiempo de misericordia que Dios te da. Después puede que sea demasiado tarde.
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