DICIENDO NO A LOS MALOS PENSAMIENTOS
Según afirmamos en nuestro anterior devocional, el terreno de batalla que Satanás usa para destruirnos es el campo de nuestra mente y pensamientos, es decir, el buscará establecer fortalezas mentales por medio de obsesiones, pensamientos de desánimo o por el contrario pensamientos que busquen hacernos envanecer haciendonos creer que somos autosuficientes y que no necesitamos depender de Dios.
Un caso muy evidente de esta serie de ataques lo encontramos en el pasaje de Nehemías, cuando los enemigos del pueblo de Dios hablaron para menospreciar, tratando de lograr que el pueblo desfalleciera en su labor de reedificar los muros. Para lograr su malvado propósito, el enemigo levantó palabras negativas por labios de Sanbalat, diciendo:
"Y habló delante de sus hermanos y del ejército de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿Se les permitirá volver a ofrecer sus sacrificios? ¿Acabarán en un día? ¿Resucitarán de los montones del polvo las piedras que fueron quemadas?"- Nehemías 4:2
Sí Nehemias o el pueblo de Dios hubieran permitido que estas palabras de destrucción hubieran tenido cabida en sus pensamientos para hacerlos considerar débiles muy seguramente hubieran cesado la labor que Dios había puesto en sus corazones. Del mismo modo, nosotros, los creyentes de hoy, no debemos dar entrada a palabras necias, palabras que inciten a detenernos en nuestro propósito de seguir a Dios y trabajar en su obra.
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