PRINCIPIOS PARA LA PROSPERIDAD ESPIRITUAL
Hablar de prosperidad espiritual es sencillo cuando tenemos en cuenta que la Biblia nos da todas las pautas necesarias para que andemos en ella. Dios nos dio las Sagradas Escrituras como nuestra guía, nuestro manual de vida, y la fuente necesaria para alcanzar la bendición.
Teniendo en cuenta lo anterior, debemos hacer de la Palabra de Dios lo más importante para nosotros, empleando tiempo para leerla, escudriñarla:
"Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí;" - Juan 5:39
Y lo más importante poniéndola en práctica. Quizás tú como creyente no has visto en ti mismo una vida espiritual fructífera simplemente porque a pesar de que asistes a una iglesia no le has dado el lugar que la Palabra debe llevar en ti. No basta con tener el libro físicamente, es necesario guardarla en nuestros corazones (Santiago 2:14), hacerla real y viva en cada una de nuestra acciones. Recuerda: Puedes tener fe pero si no hay obras o acción la fe no tiene ningún efecto positivo en ti.
La Palabra de Dios debe ser nuestra meditación:
"Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán." - Proverbios 3:1-2
Es indispensable llenar nuestra mente con ella:
"La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales." - Colosenses 3:16
Asegurándonos que sus versos se encuentren presentes en nuestro hablar, haciendo confesión de las promesas infalibles que el Señor nos ha dado en ella.
Un complemento especial de una vida de honra hacia la Sagrada Biblia es una vida caracterizada por la Oración. La oración, unida a la lectura de la Biblia, además de ser los fundamentos de una vida espiritual sana, constituyen armas poderosas en contra de las mentiras de Satanás.
La oración debe ser un deleite para el creyente y no una carga, pues es la manera de comunicarnos con nuestro amoroso Padre Celestial, si no oramos, no nos comunicaremos con él. Y al tener contacto con el Señor podremos llegar a conocerle mejor, entendiendo su voluntad perfecta para nuestro caminar.
"orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;" - Efesios 6:18
El tercer factor que unido a la Biblia y la oración asegurará nuestra prosperidad en el campo espiritual es la de testificar a otros acerca de lo que el Señor ha hecho en nuestro ser. Debemos predicar a todos las buenas noticias, de que Jesucristo sana y salva, recordando que solo a través de Él podemos tener una relación personal con Dios.
Si estos tres aspectos están presentes en ti, te aseguro que tu vida espiritual estará caracterizada por ser una vida llena de frutos espirituales y prosperidad.
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