“Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía.” -Josué 6:1
Jericó es una muestra de una ciudad cautiva, pues vemos como a causa del pecado, las personas y pueblos dan derecho al enemigo para tomar territorios. Se abren puertas a través de la desobediencia a los preceptos contenidos en la Biblia y de esta forma las naciones enteras son sometidas a esclavitud por parte del reino de las tinieblas. Así es que, cuando pecamos, estamos cediendo terrenos espirituales y perdemos bendiciones.
Toda desobediencia es pecado y como tiene como fin nuestra propia esclavitud. Así que está en nosotros el impedir que el satanás se apropie de áreas en nuestras vidas. Cuando bajamos nuestra guardia espiritual él entra, por eso debemos permanecer firmes en el Señor, debemos correr a la presencia de Cristo en oración, sin dejar de congregarnos fielmente.
Escapa hoy de la esclavitud del maligno, ríndete hoy al señorío de Jesucristo, él quiere darte la libertad que tu alma tanto ha anhelado.
Queremos enseñarte el camino a la verdadera libertad en Cristo, te esperamos en nuestros servicios: Miércoles y Viernes, 7:00 p.m: Domingos: 9:00 a.m.
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