jueves, 21 de junio de 2012

DEVOCIONAL JUNIO 21 DE 2012


VOLANDO ALTO
En esta etapa sería bueno que te preguntaras a ti mismo ¿Estoy realmente volando en las alturas que Dios desea para mi? Pues ayer decíamos que para poder volar es necesario romper con lo que nos ata a la tierra: el pecado y los afanes. Es que cuando se está en las alturas todo es diferente.

Hay una gran ventaja cuando permanecemos en el nivel que Dios desea para nosotros. Desde arriba la perspectiva del mundo y todas las cosas es muy diferente. Cuando miramos desde arriba los problemas, estos no parecen tan grandes ni abrumadores. En las alturas nos damos cuenta que el Señor es más grande que cualquier dificultad. Es entonces allí cuando recibimos victoria, cuando  alabamos a Dios confiando que Él es superior a todo.

Estar en las alturas es vivir una vida dónde la oración no es una carga sino un deleite, es cuando la Palabra de Dios es nuestro alimento diario, nuestro anhelo cada vez que sale el sol y cuando anochece. Es una vida de victoria reconociendo el poder del Espíritu Santo actuando en nosotros y a través de nosotros. Es también cuando vivimos cada instante siendo guíados por Dios y no por nuestra propia mente e intuición.

Es en las alturas donde debemos permanecer. 

Mañana veremos los peligros y la importancia de no dejarnos caer del lugar en el que Dios quiere que estemos. Meditemos en las siguientes citas bíblicas.

"Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu."
Romanos 8:1

"Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.
Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria."
Colosenses 3

"El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo."
1 Corintios 15:47

No hay comentarios:

Publicar un comentario