martes, 26 de junio de 2012

DEVOCIONAL JUNIO 26 DE 2012


BUSCANDO IDENTIDAD
Hoy en día la palabra identidad ha adquirido especial importancia y pensamos que sólo es un aspecto que atañe a los jóvenes en desarrollo, pero realmente es algo que todos debemos buscar-nuestra verdadera identidad en Cristo. Más aún cuando nuestra sociedad se encuentra en crisis y mucha gente trata de buscar su identidad en los patrones distorsionados que ofrece este mundo.

La identidad se refiere a lo que somos, para que fuimos realmente hechos; es lo que nos caracteriza y a la vez nos distingue de los demás seres humanos.
Gracias a Dios, la Biblia nos revela la respuesta al interrogante de quiénes somos, de dónde venimos, cuál es nuestro propósito en la vida y hacia dónde vamos.

Comenzamos hoy nuestro devocional de esta semana precisamente declarando que nuestra verdadera identidad espiritual sólo y exclusivamente la encontramos en Cristo. Al recibirlo, como Único Señor y Salvador de nuestras vidas adquirimos el derecho legal e identidad de hijos e hijas de Dios y de ahí en adelante herederos de las promesas divinas. Pero, es necesario que a través de nuestra formación en las Escrituras, la oración, el congregarnos en una iglesia local y una vida de obediencia al Señor, vayamos descubriendo esa identidad recién adquirida, hasta llegar a la madurez espiritual, es decir, hasta lograr ser cada vez más como nuestro Señor Jesucristo.

Mañana continuaremos con este tema, mientras tanto, meditemos en los siguientes pasajes de las Escrituras:

"Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;"
Juan 1:12

"siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre."
1 Pedro 1:23

"Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios."
Colosenses 3:3

"Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria."
Colosenses 3:4

"Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,"
Efesios 2:19

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