SIENDO PURIFICADOS
“Purifícame con hisopo y seré limpio; lávame y seré mas blanco que la nieve" -Salmos 51:7
Al estar en pecado, nos alejamos de Dios, y por lo tanto nos alejamos también de las bendiciones que Él tiene preparada para nosotros.
La purificación es un acto de renovación interior, de verdadero arrepentimiento frente a todas las rebeliones, pensamientos inicuos, una confesión de pecado sincera; decirle a nuestro Padre todo lo que deseamos cambiar de nosotros, para que nosotros estemos en total pureza para dar testimonio de la misericordia divina y trabajar por la conversión de los pecadores.
La purificación verdadera que es obra el Espíritu Santo, se alcanza cuando la persona se vuelve a Dios por la fe en Cristo.
Para profundizar:
• Isaías 1:16-18 • Jeremías 4:14 • Jeremías 33:8 • Salmo 51:13
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