martes, 6 de diciembre de 2011

Meditando: La Bóveda de Seguridad



Esta mañana recordaba la ocasión en que fui a un banco de mi ciudad. Recuerdo que mientras me encontraba en medio de la fila dispuesto a pagar algo, de repente entraron un par de guardias armados,cerraron las puertas del establecimiento según un protocolo de seguridad de aquel lugar y después de asegurarse de que todo estaba en orden, sólo en ese momento, abrieron la bóveda que se encontraba allí. 


No olvidaré aquella puerta en forma circular tal como las de las películas, de un grosor extraordinario, asegurada por cerrojos metálicos inmensos. Mediante claves y llaves únicamente el encargado de la seguridad del banco pudo acceder al valioso tesoro allí guardado.


Esto me hizo reflexionar en lo que dice la Palabra de Dios:


"Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; 
 Porque de él mana la vida. - Proverbios 4:23


Esta anécdota del la caja de seguridad del banco es un excelente ejemplo de lo que debe ser nuestro corazón y cómo debemos protegerlo. Es tan valioso para Dios, que debemos estar siempre atentos evitando que entren a él la impureza, los pensamientos de desánimo, derrota y frustración. Es valioso porque de él procede toda nuestra vida. Lo que somos por fuera es un reflejo de lo que tenemos dentro.


Sobre todo debemos permitir que cada día Cristo habite dentro de él siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario