Por medio de Jesús somos purificados
Somos purificados gracias al precioso sacrificio que hizo Jesús en la cruz del Calvario, el cual fue morir por nuestros pecados y rebeliones.
En cada gota de sangre estaba reflejada cada pecado de la humanidad, y por esa sangre somos renovados. Si nos disponemos a que Él purifique nuestras vidas, nuestro ser se llena más de su Espíritu Santo, nos hace abundar en bendiciones cada día y nos permite llegar a la santidad, sin la cual no podemos ver ni tener una comunión íntima con Dios.
Textos bíblicos para profundizar:
• Hebreos 1:3
• Tito 1:15
• Hebreos 10:14
• Isaías 1: 18
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