El obedecer a Dios constantemente produce un estado de purificación y santificación y esto es muy bueno para nuestra vida espiritual y nuestra amistad con Dios, ya que a Él le agrada mucho que seamos obedientes como nos dice su Palabra, que Él prefiere la obediencia antes que el sacrificio.
- 1 Pedro 1. 22
- 1 Pedro 1. 2
- 1 Samuel 15. 22
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