lunes, 16 de mayo de 2011

TAN NECESARIO COMO EL RESPIRAR


Todo tiene su tiempo en la vida del hombre, dice la Biblia en el capítulo 3 del libro de Eclesiastés, pero hay un tiempo que no debemos descuidar, no se puede cambiar,  cada día que Dios nos concede en esta Tierra, debemos procurar proponernos hasta que se haga tan necesario como el respirar. Así es, ese tiempo, es el encuentro con Dios, para orar, para derramar nuestro ser delante de Él, para recibir nuevas fuerzas, sanidad, ánimo, revelación y  dirección de cada una de nuestras acciones.
Es vital, para el hombre acercarse a Dios, porque sólo Él puede librarlo de todas sus angustias y darle vida eterna. Cuando nos acercamos a Dios, reconociéndole como Señor y Salvador de nuestras vidas, se crea una relación de Padre a hijo, la cual, debe ocupar el primer lugar sobre todas aquellas cosas que tengamos.
¿De qué depende que esta relación sea fuerte o débil, indispensable u ocasional, real o superficial? Ora a Dios, con la certeza que le vas a hallar, Él está escuchándote, medita creyendo en Su Palabra y ponla en práctica en cada instancia de tu vida.
Es una prioridad establecer y fortalecer cada día la comunión intima con el Santo Espíritu de Dios, Quien nos anhela celosamente, para darnos a conocer las cosas grandes y ocultas, que ojos no han visto, y oídos no han escuchado, que no han subido al corazón del hombre, pero que ya han sido preparadas por Dios para los que le aman y reveladas a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido. 1 Corintios 2:9-12.
Pregunto, ¿qué te detiene para encontrarte con Dios? Clama al Él, y dile: "Aquí estoy Señor, esta vez callaré y Tú hablarás, escucharé y obedeceré, ven Espíritu Santo haz morada en mi vida! Amén".
Te bendigo, en el nombre de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario