La obediencia a Dios es producto de la fe y la confianza en Él. En muchas ocasiones no nos sometemos a Él completamente o no tenemos una entrega total a Dios, lo que indica que tenemos una confianza debilitada por la falta de fe. Si existe algo donde prefieres hacer tu voluntad por encima de la de Dios o has notado que para algunas cosas tienes fe, y para otras no, necesitas aprender a confiar más en Él. La obediencia depende en parte de la paciencia.
- 1 Pedro 3: 20
- Romanos 8: 25
- Romanos 5: 3
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