lunes, 3 de octubre de 2011

Devocional: 3 de Octubre de 2011


Dios pensó un día en crearnos a cada uno de nosotros tal cual y como somos. Si nos fijamos bien en la perfecta obra de Dios que somos, nos damos cuenta de la creación tan maravillosa que Él ha hecho. Además, Él nos hizo para habitar en cada uno de nosotros, de este modo nuestro cuerpo se convierte en el templo del Espíritu Santo. Tener a Dios como un habitante en nuestros corazones nos indica que debemos apartarnos de lo malo y buscar cada día lo que es agradable ante sus ojos. 

Debemos buscar cada día la santidad para que Dios permanezca en nosotros.
1 Corintios 3: 16-17 

Nuestro cuerpo pertenece a Dios y no a nosotros.
1 Corintios 6: 19-20

Apartémonos de lo malo y busquemos la voluntad de Dios.
Efesios 5: 7-11

Apartémonos del mundo y seamos santos, ya que tenemos a Dios habitando en nosotros.
Isaías 52: 11

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