EL AYUNO Y LA COMUNIÓN CON DIOS
Apartarnos del mundo, entrar en ayuno y oración crea una comunión especial con Dios. Nos hace más sensibles a la presencia de Dios y nos ayuda a recibir su poder. La comunión íntima que tenemos con Dios por medio del ayuno nos ayuda a recibir revelación de parte de nuestro Padre Celestial. Llevar una vida espiritual donde ayunemos con reguralidad nos ayudará a estar cada día más en comunión con el Señor, andar en el Espíritu, caminar bajo la unción y el poder de Dios.
Texto bíblico para profundizar:
"Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron." Hechos 13:1-3
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