Devocional: 13 de Enero de 2012

EL VERDADERO CAMINO

En una ocasión JESUS dijo :” Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida y pocos son los que la hallan.

Sin pensarlo o sin saberlo cada día muchas personas se dirigen por un camino que a la verdad creen que es el sendero ideal y no se detienen a preguntar si sus pasos ven en la dirección adecuada, al camino correcto.

Amigo, tal vez te preguntarás cuáles son esos caminos y si existen, hoy te digo que sí existen, así como JESUCRISTO lo dijo en su Palabra, un camino ancho y espacioso en el que muchos transcurren cada día sin saberlo, una puerta ancha que se abre cada día ofreciéndole a la humanidad tantas banalidades  que el parecer de sus ojos se ven maravillosas pero al final son un gran abismo hacia la perdición y la muerte eterna.

Pero también existe otro camino, muy angosto y difícil entrar; una puerta que se abre  a nuestras vidas trayendo libertad, salvación y vida eterna, que muchos no conocen y no saben como llegar a ese verdadero camino.

No sé en cuál camino te encuentras hoy; si en el camino ancho o en el camino angosto y verdadero. JESUCRISTO te invita hoy a ese sendero de vida eterna, a  que apartes del mal tus pies, alejándote de todo aquello que te separa de Él. Entrando también por esa puerta que es JESUS, ya que Él es el camino la verdad y la vida eterna. La verdad que nos lleva al Padre Celestial y que sólo a través de Cristo podremos hallar. Es decisión de nosotros escoger el camino por donde transitar.

Te invito a meditar en estos textos de la Biblia:

Juan 14:6 

"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."

Proverbios 14:12 

"Hay camino que al hombre le parece derecho; 

Pero su fin es camino de muerte"

Deuteronomio 30:19-20

"A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia..."