miércoles, 18 de julio de 2012

DEVOCIONAL JULIO 18 DE 2012


DEJANDO DE SER NIÑOS
La primera etapa en nuestro progreso espiritual es necesariamente la de niños y niñas, pero para que esto suceda es preciso que primero ocurra el nacimiento. Hablando en términos espirituales, el nacimiento se da cuando nos arrepentimos y aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador,es decir, cuando nacemos de nuevo. 

Una vez que hemos recibido al Señor, comenzamos esta nueva vida y entramos a ella como niños espirituales, esta es una etapa hermosa, en la cual es necesario que nos alimentemos constantemente de la Palabra de Dios para que podamos crecer sanos y fuertes, lo anterior combinado con la oración y el reunirnos en nuestra iglesia loca. Pero, aunque por hermosa y necesaria que sea, es una etapa que debemos pasar, ya que el niño no es capaz de alcanzar las cosas que un individuo maduro puede lograr. La condición de niñez es una condición caracterizada por limitaciones propias de la inmadurez. El niño no puede reproducirse ni trabajar, solo se dedica a divertirse y jugar.

Existen señales que nos pueden ayudar a identificar si aún estamos en esta etapa y por lo tanto no la hemos superado. Cosas tales como la envidia, el egoísmo, los pleitos y la carnalidad. Si estos elementos son predominantes en nuestras vidas como creyentes, entonces no hemos superado esta etapa y aún no hemos progresado.

Para muchos de nosotros se hace necesario que dejemos atrás este nivel y continuemos al siguiente, al de adulto. Este será el tema de mañana. Ahora, meditemos en lo que la Biblia dice:

"desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,"
1 Pedro 2:2

"Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño."
1 Corintios 13:11

"Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo."
Gálatas 4:3

"De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?"
1 Corintios 3:1-3

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