LA INFLUENCIA DE
NUESTRAS PALABRAS
Hasta este momento hemos visto la importancia del lenguaje y específicamente de nuestras palabras, hemos conocido el origen de las mismas y también cómo podemos hacer para que estas sean de bendición o maldición.
Ahora, es necesario profundizar en el aspecto de la influencia que tienen nuestras palabras, pues, las Escrituras exponen que estas tienen una influencia tal que pueden llegar a determinar no solo nuestra vida en la tierra sino el destino final de nuestras almas.
Con nuestras palabras rechazamos o decidimos confesar a Cristo como nuestro Señor y Salvador. Una palabra puede levantar el ánimo de alguien o por el contrario puede devastar totalmente una vida. Una palabra puede determinar la salvación de un alma perdida, cuando decidimos abrir nuestros labios y predicar el Evangelio, o por el contrario, si permanecemos callados causar que una persona no conozca el amor perdonador del Señor. Con nuestros labios bendecimos a Dios o tristemente podemos maldecir a alguien. Con nuestras palabras podemos declarar la fe en Dios, recibiendo como premio la bendición que esperamos o podemos negar con incredulidad y no recibir nada.
Como vemos debemos estar vigilantes de aquello que sale de nuestra boca pues de ello recibimos el fruto.
"Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado."
Mateo 12:37
"La lengua apacible es árbol de vida;
Mas la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu."
Proverbios 15:4
"El hombre será saciado de bien del fruto de su boca;
Y le será pagado según la obra de sus manos."
Proverbios 12:14
"que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación."
Romanos 10:9-10
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