Frutos del Espíritu.
En esta semana vamos a aprender sobre los frutos del Espíritu Santo, es decir, cómo quiere Dios que seamos nosotros. Todos los que reciben el Espíritu Santo de Dios en su corazón deben tener estos frutos.
Los frutos del Espíritu son bien diferentes a los de la carne, por eso si tenemos el Espíritu, debemos tener sus frutos, pues la carne va en contra del Espíritu y el Espíritu, en contra de la carne. Ellos son opuestos, jamás estarán de acuerdo, por lo tanto una persona no puede tener de los dos. O sus obras son fruto de la carne o del Espíritu. Por ejemplo, uno no puede tener amor y odio al mismo tiempo.
1. Gálatas.5:16-17. El Espíritu y la carne no actúan juntos.
2. Gálatas.5:18. Nosotros somos del Espíritu.
3. Gálatas.5:22-23. Frutos del Espíritu.
4. Gálatas.5:24-25. Con Cristo crucificamos la carne, y vivimos por el Espíritu.
Allí pudimos ver que los frutos del Espíritu Santo son los buenos pero los que, en muchas ocasiones, menos tenemos. Necesitamos pedir ayuda al Espíritu Santo, pues cuando conocemos a Cristo dejamos la carne, esta fue crucificada con él y el Espíritu Santo entra en nosotros.
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