PREDICAR:
LA LABOR DEL CREYENTE
A lo largo de la vida nos encontramos con el hecho de que todos los seres humanos tienen una labor que cumplir. Ya sea cuando pequeños en la escuela, cuando grandes en nuestros empleos, como adultos responsables en nuestros hogares, todos tenemos deberes y es necesario que los cumplamos con amor, responsabilidad y entrega.
En el Señor tenemos una importante asignación, un mandato divino dado por boca del mismo Señor Jesucristo en su Palabra. Este es, la labor de predicar las buenas nuevas de salvación a todo ser humano. Esta es una labor que debemos hacer con el espíritu correcto, con el espíritu de amor, llenos de compasión por aquel que está perdido sin conocer al Señor, sabiendo que nuestra predicación influenciará en el destino final de un alma, dependiendo de ella su salvación.
Además, debemos tener en cuenta que la labor de evangelizar no esta limitada únicamente a una elite específica de líderes, evangelistas o ministros; es una labor de todos y cada uno de aquellos que han recibido a Cristo como su Señor y Salvador, quienes han entregado su vida a Él, es decir, tú y yo.
El mundo de hoy sólo puede ser transformado por el asombroso poder de la Palabra de Dios, la única fuente que puede cambiar los corazones otorgando nueva vida. El Señor nos ha llamado a ser luz a este mundo, a que anunciemos la luz de Cristo que es capaz de sacar a hombres y mujeres de las tinieblas y corrupción del pecado.
Los siguientes textos bíblicos nos hablan de esta importante labor:
"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;"
Mateo 28:19
"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura."
Marcos 16:15
"Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos."
Mateo 5:15-16
"que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina."
2 Timoteo 4:2
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