Las luchas del cristiano

Soldados de Cristo, Ejército de Dios.

Por Sixyel Castañeda

Ser cristiano en el siglo XXI no es nada fácil. El pecado nos asedia (Hebreos 12:1). El Enemigo anda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5:8), mientras que las almas se pierden sin haber quien les predique. La Palabra de Dios nos exhorta a cuidar nuestra salvación con "temor y temblor" (Fil. 2:12). Sin embargo, muchas veces dejamos que los afanes y placeres de este mundo ahoguen la semilla de la Palabra que recién germina en nuestros corazones. Tal vez el hecho de encontrarnos en la Gracia nos anime a pecar sin esperar recibir castigo en un plazo inmediato, pero algo es seguro: "Dios no puede ser burlado, y todo lo que el hombre siembre eso también segará". Si sembramos para el Espíritu, del Espíritu segaremos vida eterna. Y si sembramos para nuestra carne (para nuestros placeres terrenales pecaminosos) segaremos muerte espiritual y física. Como dice la Escritura:

^"Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.  Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” Apocalipsis 20:12-15

“Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira.” Apocalipsis 22:15 

Fuertes palabras, pero seguro que así es, pues Dios no puede mentir. Ante este difícil y complejo panorama, algo tenemos que hacer ¡Oh, si nuestra prioridad fuera buscar la comunión con Dios cada día y sumergirnos en Su presencia en continua adoracion! ¡qué distinto sería el mundo y nuestras vidas!. Pero hoy te animo a reformar tu vida espiritual: a burcar más a Dios. Pues creo que es difícil mantenernos en santidad sin buscar a Dios. Sería como esperar a que un automóvil funcionara sin energía. Por todas estas razones, te insto a estar en “campaña permanente”, a evangelizar a todo aquel que puedas, a orar tanto como puedas, a leer la Biblia tanto como puedas, a ayunar tanto como puedas, a ir a la iglesia tanto como puedas, y verás que este mundo cambiará si los cristianos iniciamos acciones en tal sentido. Por lo cual: 

¡Ponte la camiseta, y levanta bandera soldado de Cristo que el mundo te necesita!