viernes, 3 de junio de 2011

31 días de sabiduría y adoración: Día 17

 

Proverbios 31

Exhortación a un rey
 1 Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
   
 2 ¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre?
    ¿Y qué, hijo de mis deseos?

   
 3 No des a las mujeres tu fuerza,
    Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.

   
 4 No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,
    Ni de los príncipes la sidra;

   
 5 No sea que bebiendo olviden la ley,
    Y perviertan el derecho de todos los afligidos.

   
 6 Dad la sidra al desfallecido,
    Y el vino a los de amargado ánimo.

   
 7 Beban, y olvídense de su necesidad,
    Y de su miseria no se acuerden más.

   
 8 Abre tu boca por el mudo
    En el juicio de todos los desvalidos.

   
 9 Abre tu boca, juzga con justicia,
    Y defiende la causa del pobre y del menesteroso.

   
Elogio de la mujer virtuosa
 10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
    Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

   
 11 El corazón de su marido está en ella confiado,
    Y no carecerá de ganancias.

   
 12 Le da ella bien y no mal
    Todos los días de su vida.

   
 13 Busca lana y lino,
    Y con voluntad trabaja con sus manos.

   
 14 Es como nave de mercader;
    Trae su pan de lejos.

   
 15 Se levanta aun de noche
    Y da comida a su familia
    Y ración a sus criadas.

   
 16 Considera la heredad, y la compra,
    Y planta viña del fruto de sus manos.

   
 17 Ciñe de fuerza sus lomos,
    Y esfuerza sus brazos.

   
 18 Ve que van bien sus negocios;
    Su lámpara no se apaga de noche.

   
 19 Aplica su mano al huso,
    Y sus manos a la rueca.

   
 20 Alarga su mano al pobre,
    Y extiende sus manos al menesteroso.

   
 21 No tiene temor de la nieve por su familia,
    Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.

   
 22 Ella se hace tapices;
    De lino fino y púrpura es su vestido.

   
 23 Su marido es conocido en las puertas,
    Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.

   
 24 Hace telas, y vende,
    Y da cintas al mercader.

   
 25 Fuerza y honor son su vestidura;
    Y se ríe de lo por venir.

   
 26 Abre su boca con sabiduría,
    Y la ley de clemencia está en su lengua.

   
 27 Considera los caminos de su casa,
    Y no come el pan de balde.

   
 28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada;
    Y su marido también la alaba:

   
 29 Muchas mujeres hicieron el bien;
    Mas tú sobrepasas a todas.

   
 30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura;
    La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.

   
 31 Dadle del fruto de sus manos,
    Y alábenla en las puertas sus hechos.

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