viernes, 17 de junio de 2011

Meditando: La Jaula de Oro



Meditando: La Jaula de Oro

Esta mañana mi esposa me contaba lo que solían hacer sus hermanos cuando eran niños para atrapar pajaritos en el campo. Relataba que colocaban una jaula con la puerta abierta y en el interior de la misma colocaban alimento para pájaros. Además, para que la trampa fuera más eficaz, comenzaban a imitar con silbidos el canto de aquellos animalitos hasta que finalmente las desprevenidas aves, entraban en la jaula y de un zarpazo quedaban atrapadas.

Esto me puso a pensar cómo actúa el pecado: Siempre ofrece satisfacer las necesidades, pero al final termina esclavizando, y causando dolor y sufrimiento.

Dios promete darnos satisfacción plena y dicha plenitud se encuentra en obedecer Su Palabra y día a día tener una relación estrecha con Él. Sólo Dios conoce nuestros más íntimos deseos y anhelos. 

Recuerda lo que dice la Palabra en Santiago 1:12:

"Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman".

¡No caigamos en la trampa del enemigo!

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