EL PODER DE UN HOMBRE QUE ORA A DIOS
La oración es de suma importancia para Dios, tanto que la Biblia registra que un hombre llamado Cornelio, quien no había conocido aún la verdad de Cristo y el Evangelio, era un hombre piadoso, lleno de buenas obras y temor de Dios. Este Cornelio, según nos relata la Palabra tenía una cualidad muy importante en su vida, era un hombre que oraba siempre a Dios. La Palabra dice:
"Había en Cesarea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre." - Hechos 10:1-2
El Señor está atento sobre aquellos que en toda nación, lengua y cultura están deseosos por conocer la verdad y oran a Él sin conocerle verdaderamente. Este fue el caso de Cornelio, pero lo más sorprendente de todo es que su oración tuvo respuesta, ya que el Señor escuchó su oración, fruto de un corazón lleno de sinceridad por la verdad y envió al apóstol Pedro, quien le predicó y de este modo Cornelio, junto con su familia, fueron salvos. La Biblia dice:
"y dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída, y tus limosnas han sido recordadas delante de Dios." - Hechos 10:31
Así, hoy en día, hay muchos en el mundo que tienen un anhelo en su corazón por salvación aunque no lo sepan, una profunda necesidad de una realidad espiritual, el deseo de un Dios que no conocen, pero que en cuya conciencia saben que existe. Ese Dios es quien está escuchando ese clamor y que en respuesta envía a hombres y mujeres como tu y yo para que llevemos la respuesta, para que les prediquemos que un día Jesús entregó su vida en la cruz del Calvario precisamente para brindarles esa salvación, el perdón de pecados y la vida eterna.
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