NUESTRA ORACION DEBE SER CONTINUA
Como hemos dicho a lo largo de esta semana, la oración es como el respirar, la necesitamos para vivir, es nuestra forma de recibir el poder de Dios, la manera de acercarnos a Él, sin ella no podemos realmente tener una vida cristiana completa.
Es por eso que la oración no debe estar reservada solo a los momento de reunión con nuestros hermanos o al horario exclusivo de un servicio religiosos, la oración debe ser tan natural como nuestra respiración, es algo constante y fluido. Cada minuto de nuestra vida debe estar impregnado con oración, comunicándonos continuamente con nuestro Padre Celestial, para de este modo conocerle, recibir su guía, lo cual dará como consecuencia que seamos más obedientes a Él, pues continuamente estaremos escuchando su voz a través del Espíritu Santo.
Cuando estemos en necesidad, oremos. Cuando estemos tristes, oremos. Cuando haya felicidad, oremos. Cuando haya que decidir, oremos. En todo momento levantemos una oración a Dios.
Textos bíblicos para reflexionar:
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Filipenses 4:6
Orad sin cesar.
1 Tesalonicenses 5:17
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.
Lucas 18:1
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