Ocupaciones vs. Preocupaciones
Ayer comenzamos a hablar acerca de las preocupaciones y dijimos que el propósito inicial de Dios para el hombre es que pueda vivir una vida libre de preocupaciones. Pero, es necesario que aclaremos a qué nos referimos cuando hablamos de este tema. En primer lugar, debemos dejar en claro que Dios mismo ha dado al hombre ciertas responsabilidades y deberes legítimos; la Palabra nos anima a no ser perezosos, a cumplir nuestras tareas, a trabajar y rendir cuentas. Estas son las ocupaciones y el Señor espera que estemos cumpliendo nuestras propias responsabilidades, ya sea en el hogar, nuestra iglesia local o en la sociedad. Pero la ocupación es muy distinta a la preocupación. Esta última es la ansiedad desmedida, el estar atribulado por sus propios intereses, por los propios afanes, o la ansiedad por conocer qué va a suceder en un futuro, ya sea próximo o lejano, es el abandonar nuestra confianza natural en el cuidado y sustento de Dios, envolviéndonos en un frenesí por hacer que las cosas sucedan por nuestra propia cuenta.
La pregunta ahora es: ¿Te estás sintiendo de esta forma? ¿Estás en paz, confiando en Dios, o por el contrario los pensamientos de preocupación te están agobiando?
Mañana, en nuestro devocional veremos un poco más acerca de cómo la preocupación afecta nuestras vidas, mientras tanto meditemos en los siguientes pasajes que encontramos en la Palabra de Dios:
"Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?"
Mateo 6:25
"Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.
Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada."
Lucas 10: 41-42
No hay comentarios:
Publicar un comentario