¿SI NO SOY OVEJA ENTONCES QUÉ SOY?
Ayer comenzamos el tema acerca de cómo el pueblo de Dios ha de ser como ovejas. Pero es necesario que también analicemos las otras dos formas en que Dios compara al ser humano de acuerdo con sus características individuales, es decir, su obediencia o, por el contrario, su rebelión a la voluntad agradable y perfecta de Dios.
De allí que Dios cataloga a los seres humanos que rechazan la obediencia bien sea como cabras o, en el peor de los casos, como lobos rapaces.
Las cabras, por ejemplo son aquellos que no están en capacidad de distinguir la voz de su pastor y por lo tanto tampoco están dispuestos a sujetarse. Antes que seguir las instrucciones de su líder, siempre buscan la forma de tomar su camino y alejarse del rebaño, siendo de esta forma presa fácil del ladrón. Su principal característica es la rebeldía, el desafío a la autoridad y buscar siempre salirse con la suya.
Como dijimos al principio de este devocional, el deseo de Dios es que seamos como ovejas, es decir, que permanezcamos bajo el fiel cuidado, en las amorosas manos de nuestro buen Pastor: El Señor Jesucristo.
Textos bíblicos para reflexionar:
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,
y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.
Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
Mateo 25:31-33
"No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti."
Salmo 32:9
"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,"
Juan 10:27
No hay comentarios:
Publicar un comentario