PROGRESO ESPIRITUAL
La vida espiritual del creyente en Cristo y su progreso a través de su vida es comparable con el proceso de crecimiento de un niño, el cual nace y a través de el alimento y cuidado va progresando hasta desarrollarse completamente en un adulto, capaz de mantenerse así mismo.
Esta semana en nuestro devocional veremos esas distintas etapas del crecimiento del creyente y cómo este puede influenciar en su normal desarrollo o por el contrario permanecer en una etapa que no le corresponde ya.
El ejemplo de lo que vamos a tratar es expuesto por el Apóstol Pablo cuando dirige su carta a la iglesia en Corinto, pues existía una problemática en dicha iglesia y era que muchos hermanos y hermanas debiendo ser ya adultos, maduros espirituales, aún eran y actuaban como niños en el Señor y por lo tanto incapaces de alcanzar grandes cosas en Dios por su inmadurez.
La invitación es para que durante esta semana en el devocional identifiques en tu propia vida en qué etapa del progreso espiritual te encuentras, ¿eres niño, adulto o padre?
Mientras tanto, medita en los siguientes pasajes de las Escrituras:
"De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo.
Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?"
1 Corintios 3:1-3
"Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, Que va en aumento hasta que el día es perfecto."
Proverbios 4:18
"Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres."
Lucas 2:52
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