LOS ENEMIGOS DE LA GRATITUD
Aunque parezca extraño, existen dos grandes enemigos que luchan dentro de nosotros y que impiden que mostremos nuestra gratitud al Señor. Son el ORGULLO Y LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS, que por tratarse de aspectos en nuestro interior suelen pasar inadvertidos y difícilmente podemos identificarlos con claridad, por ello debemos estar muy atentos, vigilantes de nuestros propios corazones para que estos no estén presentes en nuestro ser.
EL ORGULLO: Es tal vez el más difícil de identificar y al mismo tiempo es el que menos estamos dispuestos a reconocer. El orgullo es un gran enemigo de la gratitud pues provoca la negación de nuestra parte a reconocer que hemos recibido de Dios o de nuestros semejantes, ya que el orgullo nos hace pensar que nos merecemos las cosas por nuestro propio esfuerzo y méritos personales. Este enemigo es muy peligroso por que también nos hace quitar nuestra mirada de Dios, quien es infinito y perfecto, para colocarlas en nosotros que somos imperfectos.
Dar gracias a Dios nos libera del orgullo, haciendo que nuestro corazón permanezca limpio. Debemos recordar que la Biblia dice que el Señor da gracia a los humildes, pero mira de lejos al altivo.
LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS: La tendencia a permitir en nuestra mente los pensamientos acerca de lo malo y no lo bueno hace que miremos como mayores o más numerosas las cosas malas que las buenas que tenemos a diario. Esta es una condición influenciada por el mundo alrededor, lleno de malas noticias, incredulidad y negativismo. El creyente debe estar influenciado por los pensamientos positivos y de bendición que encontramos en la Palabra de Dios, ya que en la Biblia están registrados los hechos poderosos de Dios a favor de su pueblo. Llenando nuestra mente de las Escrituras nos hará reconocer con mayor facilidad lo que Dios ha hecho y está haciendo por nosotros para de esta manera poder darle gracias.
¡Dejemos a un lado el orgullo y los pensamientos negativos, abramos nuestros labios y démosle gracias a Dios por todo lo que ha hecho!
Meditemos en los siguientes pasajes de la Biblia:
"Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado."
Salmos 100:3
"Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados."
Isaías 57:15
"Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos."
Salmos 138:6
"La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales."
Colosenses 3:16
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