viernes, 6 de julio de 2012

DEVOCIONAL JULIO 7 DE 2012


CONTROLANDO NUESTRO LENGUAJE
Ayer vimos la influencia de nuestras palabras, ya sea para bendición o maldición. Vimos que incluso son determinantes para nuestra salvación y vida eterna, pues no basta solo con creer en nuestro corazón, también es necesario confesar con nuestra boca. 

Entonces, se hace indispensable que el creyente en Jesucristo sea un buen mayordomo incluso de sus palabras, es necesario que así como controlamos nuestro temperamento y voluntad ejerzamos un control sobre nuestra lengua. 

Este aspecto también hace parte de nuestra conversión y nueva vida, a partir de que llegamos a conocer al Señor debemos adquirir un nuevo estilo de hablar, no necesariamente a usar terminología "evangélica", ni muletillas, sino que nuestras palabras reflejen que Cristo ahora vive en nuestros corazones y se manifieste en lo que pronunciamos, que el amor impregne cada frase, que bendigamos y no maldigamos.  Que entendamos que la rabia y el enojo no deben impulsarnos a hablar, sino que por el contrario, cuando los ánimos se bajen, hablemos con amor, perdón y sinceridad.

Una señal indiscutible de madurez espiritual es el dominio que tengamos sobre nuestras propias palabras. 

Lea las siguientes citas bíblicas:

"Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes."
Efesios 4:29

"hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;"
Efesios 5:19

"No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres."
1 Corintios 15:33

No hay comentarios:

Publicar un comentario