GRATITUD HACIA DIOS
En la vida existen cosas que por sencillas pasamos inadvertidas, como por ejemplo, dar gracias a Dios. Y es que en ocasiones vivimos sin llegar a comprender que todo lo que tenemos, experimentamos y disfrutamos tiene un origen: Dios. Lo cotidiano nos hace olvidar ser agradecidos con Él, pues disfrutamos cada día las cosas sin acordarnos que Dios es el dador de todas ellas.
Esta semana trataremos el tema de la gratitud a Dios y veremos por qué esta debe ser una cualidad presente en todos nosotros. Además, consideraremos los dos principales enemigos de la gratitud y cuales son los beneficios de una vida llena de agradecimiento al Señor.
La vida de un creyente sano en el Señor debe estar caracterizada por la alabanza. Continuamente en nuestros corazones y labios debe existir una oración, un cántico que exprese nuestra gratitud a Dios.
Ahora, simplemente haz una pausa y considera todo lo bueno que has recibido de Dios, después de hacerlo, levanta tu mirada al cielo y con tus labios pronuncia estas sencillas, pero poderosas palabras: ¡GRACIAS DIOS!
Meditemos en los siguientes pasajes:
"Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos."
Colosenses 3:15
"dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo."
Efesios 5:20
"Alabaré a Jehová en mi vida; Cantaré salmos a mi Dios mientras viva."
Salmos 146:2
"hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;"
Efesios 5:19
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