Predicar la palabra de Dios o evangelio de Dios no debe ser una carga u obligación en nuestras vidas, debemos hacerlo por amor a Jesús.
¿Sabes algo? Jesucristo nuestro Rey, nuestro salvador, siendo Dios, se hizo hombre, no escatimó nada, entregó su vida por todos nosotros, derramó su sangre en la cruz para darnos salvación y vida eterna.
Este fue el gran propósito de Dios para toda la humanidad que todos fuéramos salvos, la función de Jesús no era venir y ya, era salvarnos del pecado, restaurar el reino de Dios en la humanidad, destruyendo el reino de Satanás en las vidas de las personas.
Por esta gran razón nosotros como hijos de Dios, como él mismo nos ha constituido al creer en él y aceptarlo en nuestra vida, asimismo debemos hablar a otros de Dios para que ellos también sean constituidos hijos de Dios y obtener la salvación que Jesús tiene reservada a todo el que la quiera.
· Juan 3:16
· Mateo 4:17
· Jeremías 1:10
· Juan 1:12.
· Marcos 1: 14- 15
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