Esta mañana recordaba un lamentable hecho sucedido en mi barrio. Ya que anoche pasé al lado de un grupo de gente que se agolpaba a la puerta de una humilde casa de mi sector. Luego me enteré que era el velorio de un joven que resultó asesinado por entrometerse en un pleito ajeno. Esto me puso a meditar en lo que dice la Palabra de Dios.
Proverbios 26: 17 dice: "Meterse en pleitos ajenos es como agarrar a un perro por las orejas" (Nueva Versión Internacional).
La ira y las pasiones tienden a apoderarse de la voluntad del hombre. Es un gran error andar peleando y todavía peor, inmiscuirse en las discusiones de otros. Sería igual a tratar de agarrar las orejas de un pitbull rabioso. El resultado siempre será inesperado, pero muy seguramente será lamentable para el entrometido.
EXCELENTE RFLEXION,OJALA TODOS LA APLIQUEMOS A NUESTRAS VIDAS,Y ASÍ TENDRÍAMOS FAMILIAS FELICES EN DIOS...
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