Esta mañana vi por la ventana la luz de un nuevo día. Todos los días, a la misma hora sale el sol y sus destellos iluminan todo el paisaje alrededor. Durante todos los días de mi vida nunca ha fallado en su salida en la mañana. He dormido y sé que al siguiente día igualmente saldrá. Aunque han habido días nublados o lluviosos, en los que aparentemente no se ve el sol, sé que detrás de las nubes allí está.
La Biblia dice: "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad." - Lamentaciones 3:22-23
Aún si fallara el sol, podemos confiar en que Dios no fallará, ya que fue precisamente Dios quien le ordenó brillar y salir. La fidelidad del Señor es incuestionable y más segura que cualquier cosa en el universo.
Puedes descansar hoy en la seguridad de que tu Padre Celestial siempre estará allí, aunque las nubes oscuras de los problemas y las dificultades traten de ocultar el brillo de la fidelidad divina, arriba, por encima de esas nubes, está el incondicional amor de Dios.
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