El descanso de las preocupaciones
Esta ha sido una semana en la cual hemos considerado cada aspecto acerca de las preocupaciones. Hemos visto qué son, cómo nos afectan y algunas formas de evitar que afecten nuestra vida.
Ahora, solo queda actuar, ya que la Biblia nos dice que la fe sin obras es muerta, del mismo modo si tenemos a Dios, conocemos sus promesas y creemos en Él, lo que sigue es que hagamos una resolución, tomemos una decisión y conscientemente echemos nuestras cargas y preocupaciones a los pies de Dios, dando gracias al Señor, confiando que Él tomará el control de todo.
Una manera más excelente de lograr lo anterior es que ocupemos nuestros pensamientos y acciones en buscar el Reino de Dios. Si estamos ocupados en su obra, predicando a otros, ganando almas para Cristo, así como también dando alabanza a nuestro Padre Celestial, tendremos menos tiempo para estar preocupados. Solo ocupándonos de los asuntos de Dios, el mismo Dios estará ocupado en nuestros propios asuntos, de manera que ya nosotros no tendremos de qué preocuparnos.
Sirvamos a Dios con todo nuestro pensamiento, corazón y fuerzas, ese es el mejor remedio para dejar atrás toda preocupación.
Meditemos en los siguientes pasajes:
"Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma."
Santiago 2:17
"Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad."
Salmo 37:3
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."
Mateo 6:33
"La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales."
Colosenses 3:16
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