Dedicando nuestro tiempo a Dios
Alguna vez te has preguntado qué es lo más valioso que poseemos, pues bien, yo me atrevería a decir que es nuestro tiempo. Nuestro tiempo es algo de suma importancia pues como la vida en esta tierra es limitada así también el tiempo. Debemos por lo tanto utilizarlo de la manera en que saquemos el mayor provecho, en actividades que tengan un valor eterno. Por ello, debemos dedicar primero que todo nuestro tiempo en las manos de Dios, cuando lo hacemos somos bendecidos y nuestras prioridades estarán puestas en el orden indicado. La Palabra de Dios dice, por ejemplo, que si honramos a padre y madre nuestros días serán alargados; que no seamos insensatos, que aprovechemos bien el tiempo.
Ahora, la pregunta es: ¿Estás dedicando el tiempo suficiente a Dios? ¿Estás invirtiendo tiempo en predicar a otros el Evangelio? ¿Estás dedicando tiempo a la lectura de la Palabra de Dios? Si la respuesta a cualquiera de estas inquietudes es negativa, te invito a esforzarte, a qué dediques tu tiempo al Señor y verás la diferencia que esto hará en tu vida diaria.
Meditemos en los siguientes pasajes de las escrituras:
"Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos."
Efesios 5:15-16
"Hijo mío, no te olvides de mi ley,
Y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida
Y paz te aumentarán."
Proverbios 3:2-12
"Honra a tu padre y a tu madre,(A) como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da."
Deuteronomio 5:16
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