MANTENTE ARRIBA
Ya hemos visto que el deseo de Dios es que llevemos una vida que refleje el lugar en donde el Señor quiere que estemos. Una vida superior, regida por los principios bíblicos que nos aseguran el bienestar espiritual, un estilo de vida guiado por el Espíritu Santo, una perspectiva nueva de la vida ahora desde las alturas.
Pero, como dijimos ayer existe el peligro de caer cuando permitimos en nuestras vidas circunstancias o tomamos decisiones equivocadas que no honran el propósito divino. Caemos cuando sólo nos enfocamos en la situación terrenal, los problemas, en nuestras propias limitaciones humanas o cuando trágicamente decidimos pecar contra Dios. Esto causa que nuestro vuelo se corte y nos encontremos viviendo sólo por los deseos de nuestra carne o la mundanalidad.
Cuando lo anterior sucede, es necesario tomar una decisión y levantar nuevamente el vuelo, desprendernos mediante el arrepentimiento de todo aquello que no está alineado con el propósito de Dios. El Señor siempre está dispuesto a ayudarnos si con confianza y sinceridad nos acercamos a Él buscando ayuda.
La fe en Dios será el motor que te ayude a subir y te mantendrá allá arriba.
Meditemos en los siguientes pasajes de las escrituras que nos ayudarán a manternernos arriba en lo alto:
"Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo?
El que anda en integridad y hace justicia,
habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua,
Ni hace mal a su prójimo,
Ni admite reproche alguno contra su vecino.
Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová.
El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia;
Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás."
Salmos 15
"Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;"
Colosenses 3:5
"Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil."
Mateo 26:41
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