martes, 26 de junio de 2012

MEDITANDO: LA FACHADA


Meditando: La Fachada
Esta mañana recordaba una visita reciente que hice al centro de mi ciudad. Este lugar se caracteriza por tener muchos edificios que datan de tiempos antiguos, con fachadas hermosas, llenas de adornos y algunos de ellos tienen en su delicada arquitectura columnas y están pintados con colores vivos que resaltan sus diseños y los hacen ver muy hermosos. Pero, hubo algo que llamó mi atención y fue que al entrar a uno de estos edificios históricos mi sorpresa fue darme cuenta que era sólo fachada. Detrás de ellos solo yacía una vieja estructura de cemento envejecido y hierro retorcido, cubiertas de polvo y telarañas. Al interior de aquella fachada no había lujosos salones, ni cuartos, ni jardines, ni nada. Solo apariencia.

Esto me hizo meditar acerca de lo que dice la Palabra de Dios:

"Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón."
1 Samuel 16:7

La vida de muchos hombres y mujeres hoy en día se encuentra en esta lamentable condición. Pareciera que lo más importante para todos es reflejar una imagen, una apariencia, una fachada atractiva por fuera sin reparar lo que se encuentra dentro. A muchos no les importa la vida espiritual, la cual es eterna y por el contrario centran toda su atención en lo pasajero, aquello que con el tiempo envejece y termina por deteriorarse.

¡Busca la hermosura eterna de Dios y no solo la apariencia!

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