DEVOCIONAL JUNIO 6 DE 2012

Dedicando nuestra familia a Dios

El aspecto de dedicar algo o alguien a Dios implica colocar bajo el total control y cuidado de Dios aquello que dedicamos a él. Si somos sinceros al hacerlo, estaremos haciendo saber a nuestro Padre que queremos que Él tome aquello que le dedicamos y que pueda usarlo para su gloria. Será el Señor quien a partir de ese momento velará por lo que le dedicamos, reconociendo nosotros que desde ahora en adelante lo dedicado a Dios no nos pertenece sino que le pertenece a Dios. Y es que realmente cuando damos algo a Dios simplemente le estamos devolviendo lo que Él antes nos ha dado.

Un ejemplo muy claro de este asunto es la historia de Ana y su hijo Samuel. Ella no podía tener hijo, por lo tanto oró a Dios y le dijo que si le concedía su petición ella lo dedicaría a Jehová todos los días de su vida. Así fue. En el tiempo indicado ella recibió su bendición y en obediencia a su promesa lo entregó a Dios.

Ahora bien, podríamos llegar a pensar que aquello que dedicamos a Dios lo perdemos, pero no es así, realmente si dedicamos algo al Señor, podemos estar seguros que lo usará para su gloria y para nuestra bendición. Ana tuvo la alegría de ver que su hijo fue uno de los profetas más importantes y usados por Dios en su época. Todo por dedicarlo a Dios.

Dediquemos nuestras vidas, nuestros hijos y nuestras familias a Dios y veremos así su gloria.

Meditemos en los siguientes pasajes bíblicos:

"E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza." 

1 Samuel 1:11

"Aconteció que al cumplirse el tiempo, después de haber concebido Ana, dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Por cuanto lo pedí a Jehová" 1 Samuel 1:20

"Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí.

Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová."

1 Samuel 1:27-28