Cuando un cristiano clama al Señor, Él responde. Cada vez que venimos delante de la presencia del Señor en oración, Él nos ama y escucha nuestro clamor. Nuestro Dios mira nuestra oración, nuestras lágrimas y nunca nos deja solos ni nos desampara.
• Salmos 145:18
• Jeremías 33:3
• Salmo 34: 17-19
No hay comentarios:
Publicar un comentario