Esta mañana meditaba en un hecho que le sucedió a un familiar recientemente. En un descuido suyo, dejó la puerta de su casa sin seguridad y un ladrón robó su bolso con objetos de valor dentro de él. Recuerdo que todos nos deciamos: "Si yo hubiera estado aquí, o si hubieramos salido antes, esto no hubiera pasado, etc.", pero la conclusión del asunto es que ninguno sabía lo que iba a acontecer, nadie sabia que el ladrón iba a entrar.
Esto me puso a pensar en lo que dice la Palabra de Dios:
"Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas." - 2 Pedro 3:10
La Biblia nos da un ejemplo espléndido para explicar lo inminente e inesperada que es su venida. Del modo en que un ladrón no va a avisarnos cuando va a irrumpir en nuestras casas, del mismo modo Jesús regresará cuando nadie lo espera. Debemos estar preparados para su regreso. Eso sí, Él a diferencia del ladrón, vendrá a bendecir a aquellos que creen en Él y viven conforme a Su voluntad.
¿Estás preparado para su venida?
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