Esta mañana pensaba en que no hay nada más especial que escuchar la frase: "No te preocupes, yo invito", particularmente cuando no tenemos cómo pagar algo que anhelamos comer o disfrutar. Esta frase implica que aquella persona que la pronuncia pagará completamente lo que pidamos.
Esto me puso a pensar en lo que dice la Biblia:
"Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios."- 1 Corintios 6:20
La respuesta natural cuando alguien nos regala algo es darle las gracias. Cristo, en la cruz del Calvario dio el pago completo por nuestros pecados; Él compró nuestra entrada al Reino de los Cielos, lo único que debemos hacer es aceptar la invitación y por agradecimiento vivir en obediencia a sus mandamientos. Ya que por nosotros mismos nunca podríamos pagar el precio tan alto de nuestra salvación.
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