Esta mañana meditaba acerca de los adornos que la gente utiliza para embellecer su aspecto, en especial los collares, cuyo diseño hace que estén atados al cuello. Pero lo más curioso es que no están hechos tanto para que el portador los vea sino para lucirlos a aquellos alrededor de él.
Esto me hizo pensar en lo que dice la Palabra de Dios:
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad;
Átalas a tu cuello,
Escríbelas en la tabla de tu corazón;
Y hallarás gracia y buena opinión
Ante los ojos de Dios y de los hombres. Proverbios 3:3-4
Nunca debes salir de casa sin el adorno espiritual de la misericordia y la verdad, ya que los adornos materiales sólo impactan a la vista, pero los espirituales causan una impresión en el corazón de los hombres y lo más importante de todo, causa un impacto a los ojos de nuestro Padre Celestial.
¿A quién quieres impresionar?...
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