Esta mañana recordaba algo que escuché acerca de un guante. Ciertamente para que este tenga vida, debe tener una mano adentro, de hecho, debe estar ocupado completamente por esa mano, que es la que le va a dar movimiento; lo que haga cada dedo, se verá reflejado en dicho guante. No es el guante por sí solo, sino la mano dentro de él.
Esto me puso a pensar en lo que dice la Palabra de Dios
"Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón." Hechos 5:12
Este pasaje nos dice que por la mano de los apóstoles sucedían prodigios, pero era Dios el que lo hacía a través de ellos. Si queremos experimentar el poder de Dios debemos estar llenos del Espíritu Santo, y estar llenos, implica que le permitamos a Dios hacer su voluntad en nuestras vidas y no la nuestra. Ya que será el Señor en nosotros el que hará grandes cosas.
¡Deja que Dios mueva tu vida hoy!
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