Esta mañana recordaba acerca de las estrategias que muchas veces utilizamos para no olvidarnos de eventos especiales, fechas de cumpleaños o citas médicas, y me acordaba de cómo para recordar algunos se ataban cintas en los dedos, pero algunos olvidadizos incluso se olvidaban de por qué tenían la cinta puesta allí.
Esto me puso a pensar en lo que dice la Palabra de Dios:
"Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida y paz te aumentarán." Proverbios 3:1-2
Algo que no debemos tomarnos el riesgo de olvidar, es de la Palabra de Dios, pues de ello depende nuestra vida aquí en este mundo, así como nuestra vida eterna. Cuando deliberadamente olvidamos los mandamientos de Dios corremos el peligro de perdernos todo lo mejor que Dios ha preparado para nosotros.
Puedes olvidar cualquier otra cosa en la vida, menos de agradar a Dios.
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